Madera laminada en Arquitectura en Viñas

Madera Laminada en la Arquitectura de Viñas

– Una pareja perfecta –


La gran combinación entre la nobleza de la madera, las características del vino y el entorno natural, hacen que la madera laminada sea un material idóneo para evidenciar y disfrutar aún más, los procesos vitivinícolas.

Si cerramos los ojos e imaginamos una viña chilena y su entorno, es muy probable que se nos venga a la mente un paisaje con grandes extensiones de viñedos, decorados con montañas al fondo y en algún punto de ese terroir, situaremos las bodegas que almacenan las barricas.

Durante las últimas décadas, la robusta casona colonial que albergaban los viñedos chilenos, ha ido dando paso a diversas propuestas arquitectónicas, y la madera ha encontrado aquí un espacio rico para desenvolverse y volver a mostrar la fuerza de su nobleza.

Intentando quizás, crear un diálogo entre la bodega y el sublime entorno natural en el que se encuentra, la madera laminada ha ganado terreno en cuanto a ser la elegida para convertirse en un verdadero emblema de las viñas. Ejemplos hay varios y como chilenos nos enorgullece que las viñas chilenas sean referentes internacionales.

Veamos algunos ejemplos que nos llevan a ser de los primeras en la lista:

Viña Lapostolle, Valle de Colchagua

La bodega de la Viña Lapostolle (ex Clos Apalta), del arquitecto Roberto Benavente, consta de cinco pisos construidos que literalmente emergen desde la ladera de un cerro, ya que 3 de ellos están enterrados. Para su construcción se usaron 24 piezas curvas de madera laminada las cuales simbolizan el proceso de 24 de meses que dura la vinificación. Cada pieza tiene una longitud de aproximadamente 10Mts.

También se utilizaron 1.250 listones cóncavos de madera laminada de raulí para la cúpula interior del piso -3, lugar en donde nada más y nada menos, se cubre el segundo año de guarda de su vino ícono: el Clos Apalta.

 

Viña Almaviva, Puente Alto

Sin duda un ícono en cuanto a viñas próximas a Santiago, Almaviva fue construida en 1998 e inaugurada en el año 2000 y es reconocida por la perfecta integración de diseño y funcionalidad.
Reconocibles son sus cubiertas curvas que armonizan impecablemente con el paisaje en el que está inmersa.

“El vino desde siempre ha utilizado la madera como un aliado en su proceso de producción”, reflexionan desde la oficina de arquitectura de Martin Hurtado, quien junto a su equipo estuvo a cargo del proyecto.

En esta obra vemos cómo se evidencia a través de la arquitectura, la intimidad existente entre madera y vino: “De ella (madera) se extrae aroma y sabor, y a ella se asocia el lento y delicado proceso de envejecimiento, en donde el tiempo le agrega calidad y deja sus huellas. La madera es un material vivo que, al igual que el vino, mejora con el envejecimiento natural”, sostiene Hurtado y sus colaboradores.

Para su construcción se usaron 56 marcos con vigas de aproximadamente 14Mts metros. En total la superficie de madera laminada corresponde a 3.470 m2.

Viña Pérez Cruz, Valle del Maipo

Esta espectacular bodega de 6.000 metros cuadrados, construida por el arquitecto José Cruz Ovalle deja clara la filosofía tanto de quienes encabezan la empresa como de quienes se desempeñan allí: una vitivinicultura apegada a la naturaleza y amigable y respetuosa con la uva, su materia prima.

El edificio, que cuenta con tres naves abovedadas, refleja el mecanismo de elaboración del vino en sus tres fases: fermentación, maduración y almacenamiento. Todo aquí muestra la unión entre la técnica y la naturaleza.

Las columnas incorporadas al diseño resultan ser protagonistas, al imitar las ramas curvas de los arbustos y árboles de la zona.

Para la ejecución del proyecto, se usaron alrededor de 750 piezas de madera laminada Ingelam de pino radiata. Llegando las piezas más altas a medir 10,50 metros.

José Cruz Ovalle obtuvo el Spirit of Nature Wood Architecture Award 2008un gran reconocimiento internacional. El cual se trata de una distinción que reconoce la contribución a la arquitectura por una trayectoria de obras que hayan demostrado la innovación creativa en el uso de la madera.

 

Viña Chocalán, Melipilla

Creado por la arquitecta Marianne Balze, el proyecto aprovecha su ubicación para conseguir ejecutar el proceso gravitacional en la producción de vinos de alta calidad. De esta manera, la pendiente en donde está instalada la bodega se alza como protagonista de la obra.

El cuerpo levemente curvo que sugiere la estructura del proyecto, le da un movimiento sinuoso, acorde con la topografía, que trata de minimizar el impacto de su presencia en el entorno.

A todo esto, se suma el revestimiento hecho con madera laminada y hormigones a la vista, conjunto que armoniza de forma perfecta con el entorno en cuanto a formas y colores. Con un total de 850m2 de revestimiento de MLE, Viña Chocalán es un ícono en cuanto a proyectos ejecutados con este material.

Viña Perez Cruz - Ingelam

Madera y vino entonces son de aquellas duplas casi imposibles de discutir. La nobleza de ambos productos finalmente coinciden y dan lugar a espacios llenos de calidez y armonía.